Calidad del sueño en niños autistas

Un nuevo estudio examinó las conductas y calidad del sueño en niños con trastorno del espectro autista (TEA). Los resultados fueron publicados 1 de diciembre en la revista Sleep. En el estudio participaron 59 niños con este trastorno, con entre 4 y 10 años de edad. Los resultados fueron comparados con los de 40 niños de desarrollo normal.

Los padres cumplimentaron un cuestionario sobre los hábitos de sueño de sus hijos. También completaron un diario de sueño de su hijo cada mañana durante 17 días.

El sueño fue monitorizado durante 10 noches por medio de la actigrafía. La actígrafo sería el encargado de medir la actividad durante el descanso.

Los resultados muestran que el promedio de hora de dormir durante entre-semana fue alrededor de las 8:30 pm para los niños en ambos grupos. Pero los niños autistas tuvieron un promedio de tiempo de vigilia de 6:27 am, siendo este de 38 minutos antes de tiempo de los otros niños.

Alrededor del 58 por ciento de los padres de un niño con autismo tenía preocupaciones sobre el sueño de sus hijos. Menos del 13 por ciento de los otros padres tenían preocupaciones similares.

El treinta y siete por ciento de los niños con autismo estaban tomando medicación de ayudar a dormir, siendo la melatonina la ayuda más común). Ninguno de los otros niños estaban tomando medicamentos para dormir.

Entre los niños con autismo había más ansiedad durante sueño (con más frecuencia sufrían de miedo en la oscuridad, estar solo y dormir fuera de casa). Tambien se informó del incremento de trastornos del sueño con mayor frecuencia (pesadillas , enuresis, bruxismo).

Los datos del actígrafo mostraron que las perturbaciones del sueño son comunes en ambos grupos. Se estima que el 67 por ciento de los niños con autismo y el 46 por ciento de los otros niños tuvieron perturbaciones del sueño. Los niños con autismo tardaron un promedio de 34 minutos en quedarse dormidos, los otros niños unos 22 minutos.

Los autores concluyeron que todos los niños deben ser examinados de los problemas de sueño durante las visitas de rutina al médico. También los padres deben ser educados sobre las estrategias para promover conductas de sueño saludables.