La navegación y el descanso

Febrero del 2009, el buque Port Royal de la Marina de los EE.UU sufre un grave accidente.

Los portavoces en Honolulu informaron que la privación de sueño y la fatiga pudieron haber sido los factores desencadenantes que el buque militar USS Port Royal encallara en tierra el 5 de febrero, un crucero portando misiles guiados.

El capitán del buque comunicó a la Navy Safety Investigation Board (Junta de Investigación de la Seguridad Marítima) que estaba cansado cuando el buque se puso en marcha. Descansó menos de cinco horas en las últimas 24 horas, en los tres días previos al incidente durmió por un total de solo 15 horas.

El buque encalló en aguas poco profundas frente a las costas de Honolulu. El crucero de 9.600 toneladas permaneció encallado por varios días hasta de los esfuerzos por liberar el buque tuvieron éxito. Se estima que el accidente causó de 25 a 40 millones de dólares en daños, buque valorado en su conjunto en un billón de dólares.

En abril del mismo año, diferentes blogs sobre el sueño informaron acerca de que la Marina de los EE.UU. ha estado prestando más atención al descanso. Existe la preocupación de que la privación del sueño puede aumentar los errores y accidentes.

La National Transportation Safety Board (Junta Nacional para la Seguridad en el Transporte) también está preocupado por la seguridad en el mar abierto. Durante años, esta junta ha tratado de reducir los accidentes marítimos humanos causados por la fatiga.

Ya en 1999, la National Transportation Safety Board abogó por una limitación de horas de trabajo para los marinos basados en investigaciones sobre la fatiga y las necesidades de sueño. Esto pasó a añadirse a la lista de mejoras como una medida prioritaria en materia de seguridad. Pero la NTSB de los EE.UU. informa que la Guardia Costera no ha tomado medidas para abordar esta cuestión.

La privación del sueño también pudo haber sido uno de los factores en el famoso accidente de otro buque - el Exxon Valdez. El petrolero encalló el 24 de marzo de 1989. Alrededor de 11 millones de galones de petróleo se derramaron en Alaska.

La comisión del derrame de petróleo en Alaska publicó un informe final sobre el incidente en 1990. Afirmó que el tercer oficial del buque no maniobró correctamente.

El error pudo haber sido causado por la fatiga; los testimonios sugieren que pudo estar despierto y trabajando hasta 18 horas antes del accidente.

"Es concebible que el exceso de horas de trabajo (privación de sueño) contribuyó en un impacto global en la fatiga, que a su vez contribuyó al accidente del Exxon Valdez", concluyó el informe.